Cuidado bucal para proteger a las personas con enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas, por ser de larga duración y lento desarrollo, inician en edades tempranas aun cuando sus mayores expresiones se hacen evidentes en etapas adultas.

La evidencia científica afirma que las alteraciones en la salud oral repercuten en morbilidades como la diabetes, hipertensión, entre otras.

Esta situación permite que las personas presenten de forma simultánea más de una condición, evento o enfermedad en los diversos momentos del curso de sus vidas, pudiendo presentar al mismo tiempo alteraciones en la salud bucal.

"La salud bucal se considera un aspecto crítico de la salud general debido a que sus alteraciones representan un alto peso dentro de la carga general de la enfermedad, ya que se ha demostrado una relación bidireccional con padecimientos cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, EPOC y las morbilidades inflamatorias crónicas, asimismo con otras condiciones relacionadas con el embarazo como la preclampsia, bajo peso al nacer o parto prematuro", manifestó Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social.

El consumo de tabaco y de alcohol, así como la alimentación no saludable, son factores de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas como la hipertensión, enfermedades cardíacas, infartos, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes, y a su vez, favorecen la presencia de caries dental, afectaciones periodontales, lesiones de las mucosas, cáncer bucal, pérdida dental, entre otras, que suman más complicaciones que las preexistentes.

En la actual crisis sanitaria por covid-19 se ha evidenciado la alta tasa de fatalidad en los casos de personas que tuvieron preexistencias crónicas y por lo cual su cuidado ha tomado una particular relevancia, "todas las medidas para preservar su salud, deben estar acompañadas de una estricta higiene bucal y así evitar a convertirse en otro factor de riesgo", señaló Bautista.

De esta manera, Bautista indicó que las medidas para cuidar la salud bucal son:

Mantener una dieta equilibrada, basada en alimentos frescos y sanos. Evitar los alimentos procesados, altos en azúcares libres, entre los que se incluyen aquellos que han sido adicionados por el productor, procesador o quien los prepara; además de los que tienen grasas trans y tienen altos contenidos de sodio.
Evitar el consumo de tabaco en todas sus formas y el uso de cualquier otro sistema de suministro de nicotina. En caso de tener el hábito de fumar, informarse y vincularse a los programas de cesación del consumo de tabaco provistos por prestadores y EPS.
Reducir el consumo de alcohol.
Al menos una vez a la semana, tomar unos minutos para realizar con ayuda de un espejo, auto-revisión del cuello, de la cara y de los tejidos de la boca (dientes, encías, lengua, piso de boca debajo de la lengua, parte interna de las mejillas, labios, y paladar), con el propósito de reconocer cualquier tipo de cambio y e informar oportunamente a los profesionales de la salud en caso de presentarlos.
Informarse de las líneas telefónicas o virtuales de contacto de los prestadores de servicios odontológicos y EPS, a fin de comunicarse para solicitar citas odontológicas y para recibir orientaciones para el cuidado de la salud bucal y de las propias enfermedades existentes, y para que cuando sea necesario, se acuerde el lugar y momento de la atención en los servicios de salud.
Acudir a los servicios de odontología, cuando sean acordados con los prestadores, para recibir las atenciones de prevención según el momento del curso de la vida, con el fin de recibir las atenciones que sean requeridas para el control de la progresión de cualquier alteración de su salud bucal.
Recordó Bautista que también se deben fortalecer las medidas de higiene bucal para la eliminación efectiva de la placa bacteriana en los tejidos de la cavidad oral, entre estas
Realizar cepillado de las superficies dentales con crema dental con flúor y realizar higiene de lengua y mucosas, después de las comidas principales y después de otras comidas intermedias.
Usar seda o hilo dental, por lo menos una vez al día, para ayudar a la eliminación de placa en los espacios interdentales.
Uso de enjugues bucales para contribuir al control de la placa y, por ende, al control de la enfermedad periodontal y la caries dental, según recomendaciones dadas por el odontólogo.
Practicar el higiene a las prótesis dentales removibles, fijas e implantes, haciendo uso de aditamentos coadyuvantes (reveladores de placa, enhebradores, tabletas limpiadoras, sedas) y retiro nocturno de las prótesis removibles para permitir a los tejidos de soporte descanso y recuperación.

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